Chernobyl (Ucrania): la peor catástrofe de la industrialización, con las explosiones radioactivas de la central nuclear. Su aire contiene uranio, plutonio y otros metales, así como partículas de radioactividad desde que tuvo lugar la catástrofe nuclear. Se cree que unas 5.5 millones de personas en Bielorusia, Ucrania y Rusia están afectadas por esta central. Todavía se mantiene la zona de exclusión, alrededor de la planta, de 30 km de extensión. El cáncer de tiroides que provoca el iodo radioactivo, es habitual en niños y adolescentes de la zona. Desde 2002 se han detectado unos 4000 casos y se cree que es por la presencia de iodo radioactivo en la leche, componente que ha ingresado en toda la cadena de alimentos de la zona. La exportación de prácticamente todos los productos alimenticios de Chernobyl están prohibidos en todo el mundo.
Semanas después de la explosión comenzaron a detectarse partículas de polvo radioactivo en Suecia, a 1100 km de Chernobyl. En 2006, a 20 años del accidente, se ha observado un incremento medio del 40% de tumores sólidos en Bielorrusia, con los aumentos más destacados en las regiones más contaminadas. Se han detectado en la región el aumento de cáncer, leucemias, enfermedades intestinales, del sistema endocrino, suicidios y muertes violentas entre los habitantes. Un informe de la prestigiosa revista Nature, afirma "es bien sabido que la radiación puede dañar genes y cromosomas"; "la relación entre cambios genéticos y el desarrollo de futuras enfermedades es complejo, y la relevancia de tal daño respecto al riesgo futuro a menudo en poco clara
Dzerzhinsk (Rusia): Afecta a unas 300.000 personas. Las fábricas de armamento de los tiempos de la 'Guerra Fría' han dejado su estela en forma de gases y productos químicos orgánicos altamente tóxicos. En Dzerzhinsk se fabricaba gas mostaza y gas sarin. La esperanza de vida para los hombres es de 47 años y para las mujeres de 42. Alrededor de 190 químicos diferentes fueron liberados a las aguas subterráneas. Según la agencia medioambiental local, entre 1930-1998, casi 300.000 toneladas de desperdicios químicos fueron arrojados negligentemente en la ciudad. Si bien no hay fábricas de armamento en la actualidad, otras fábricas donde trabaja la mayor parte de la población siguen eliminando sus desperdicios al medio ambiente. Según el Instituto Blacksmith en el cementerio de la ciudad sólo hay fallecidos menores de 40 años.
La Oroya (Perú): Desde 1922, adultos y niños de esta ciudad minera están expuestos a las emisiones nocivas de una planta de fundición. La planta actualmente propiedad de la Doe Run Corporation (EE.UU.) es responsable de altos niveles de plomo en la sangre encontrado en niños de esa comunidad. También se han encontrado en la zona altas concentraciones de dióxido de azufre, por lo cual la vegetación cercana a la planta ya no existe. En 2004, la planta ha pedido una extensión de la concesión al gobierno del Perú por cuatro años, la cual le ha sido concedida.
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